El bar Montecarlo, considerado uno de los íconos porteños, ubicado en la calle Paraguay 5491 del barrio porteño de Palermo, cerró sus puertas definitivamente a causa de las deudas impositivas que venían acumulando desde el inicio de la pandemia.
El histórico bar fue fundado en el año 1922, calificado como uno de los más antiguos de la Ciudad, y que por su antigüedad, arquitectura y relevancia social como punto de encuentro de grandes músicos, artistas, y políticos, fue distinguido como “Bar Notable” por formar parte de patrimonio cultural de la Ciudad de Buenos Aires.
Frecuentado por vecinos y visitantes ilustres, en sus comienzos dicen que era el lugar preferido de Ernesto “Che Guevara” que vivía en su casa de la Calle Araoz y Mansilla, se jactaban de servir las tazas de café con leche más grande la Ciudad. Entre los fieles habitúes que visitaban diariamente el Bar Montecarlo, se encontraban China Zorilla, Facundo Arana, Dady Brieva, Jorge Lanata, los escritores Fernández Díaz y Oscar Conde. En la década de los 90 fue el único bar que tenía un teléfono público.
Gerardo Lorenzo, artista plástico y bandoneonista, heredó el Bar Montecarlo de su padre gallego que lo compró en el año 1960, y según expresó, no pudo anunciarles a sus asiduos clientes del cierre del local, por el dolor que le causa semejante pérdida. En el fachada del establecimiento cientos de vecinos dejan carteles con frases como “Te vamos a extrañar Montecarlo”, “Volvé Montecarlo” o “Gracias Montecarlo”, en agradecimiento a lo que representó este histórico bar para el barrio de Palermo.
Se trata del segundo bar notable que cierra desde el inicio de la pandemia, después del “Bar La Flor de Barracas” fundado en 1906, que cerró sus puertas en Mayo pero volvió a abrir cuando la dueña decidió prestarles el local a tres de los más antiguos empleados para reabrirlo como Cooperativa. El histórico bodegón ubicado en la Avenida Suárez, esquina Arcamendia, es uno de los Bares Notables más antiguos de la Ciudad de Buenos Aires. Antes de la pandemia del coronavirus tenía siete empleados y ahora tiene tres, que abren el bar todos los días de 08 a 16hs, con precios accesibles, con diez mesas disponibles en su interior y cinco mesas en el Patio del establecimiento. Los impuestos y las ganancias se dividen entre todos los empleados que conforman la cooperativa, y es una manera de mantener vivos estos bares notables que representan parte de la cultura de nuestra Ciudad.
