Esta semana quedó inaugurada, la Reserva Ecológica Ciudad Universitaria -Costanera Norte (RECUCN), con su nueva infraestructura para recibir visitantes y realizar caminatas, avistajes, actividades recreativas a orillas del rio, con entrada libre y gratuita, de martes a domingos de 09 a 18hs.
El predio cuenta con 23 hectáreas, y se ingresa por detrás del Pabellón 3 de la Ciudad Universitaria, ubicada en Intendente Güiraldes 2160 del barrio de Núñez (Comuna 13), cruzando el “puente rojo” que comunica con la Reserva.
Se instalaron mobiliario urbano, escalinatas y distintos accesos para personas de movilidad reducida, bancos de concreto, seguridad, cartelería indicativa y sillones BKF, también conocidos como “Butterfly”, es una silla de acero y cuero, colocados frente al Rio de la Plata.
La Reserva dispone de varias eco regiones como pastizales, bosques y humedales, donde se pueden observar una mixtura de flora y fauna autóctonas, helechos, dicotiledóneas (rosales, menta, magnolias, margaritas) y monocotiledóneas (gramíneas, juncos, orquídeas, yuca y azucenas) son algunas de las plantas que habitan en la zona, junto a la orquídea del talar, la anacahuita, el molle, el algarrobo blanco, la cortina del cielo y la uña de gato, entre otras.
Por otra parte, hay más de 600 especies de animales, aves, peces, reptiles, anfibios y pequeños mamíferos como el coipo (roedor parecido al castor). En los últimos años se registraron más de 220 especies de aves. Se estima que más del 70% de las aves presentes en Buenos Aires, y más de 20% de las aves de todo nuestro país, pueden avistarse en la Reserva Ecológica Ciudad Universitaria-Costanera Norte, la cual forma parte de un gran corredor biológico costero. Es un ambiente antrópico, no natural, la Reserva se formó sobre tierras ganadas al río por acción humana. Fue creada por la Ley 4.467, aprobada por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires en el año 2012, con el propósito de proteger la flora fauna de los terrenos pertenecientes a la Universidad de Buenos Aires (UBA). Dicha ley establecía la firma de un convenio de administración compartida de la Reserva entre el Gobierno de la Ciudad, a través del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana y las autoridades de la UBA.
