Un estudio realizado por la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires, determinó que debido a la mayor circulación de vehículos en las distintas etapas del aislamiento social, preventivo y obligatorio, la contaminación del aire en la Ciudad de Buenos Aires volvió a sus niveles previos a la cuarentena obligatoria.
Al comienzo del Aislamiento social, impuesto por el Gobierno Nacional, los índices de monóxido de carbono, óxido de nitrógeno y partículas sólidas menores a diez micrones, habían descendido un 70 % en su concentración.
A principios del mes de Mayo, con las nuevas etapas de flexibilización del aislamiento social, el tránsito vehicular se incrementó y la contaminación ambiental retomó paulatinamente sus valores normales previos. Desde el 20 de Marzo hasta fines del mes de Abril, la disminución de los tres contaminantes fue notable, la reducción del 70 % en los óxidos de nitrógeno, el 40 % en el material particulado y el 30 % en el monóxido de carbono, solo se sostuvo durante los últimos días de Marzo y casi todo el mes de Abril. A partir de Mayo los contaminantes volvieron a sus valores pre-cuarentena.
Según un estudio realizado por la Organización Ambientalista Greenpeace, la concentración de las partículas microscópicas invisibles presentes en el aire que respiramos en la Ciudad de Buenos Aires, es tres veces superior a lo permitido por la Organización Mundial de la Salud.
La presencia de esta alta concentración de contaminantes, es la causante de varias enfermedades respiratorias, cardiacas, accidentes cerebrovasculares e inclusive algunos tipos de cáncer. El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, cuenta con una Red de Monitoreo de la Calidad del Aire, que permite generar la información necesaria para saber el estado de contaminación en la Ciudad.
Se trata de estaciones fijas y móviles de monitoreo en tres puntos estratégicos, Parque Centenario, Palermo, y La Boca. Las estaciones están distribuidas por Comunas, teniendo en cuenta las características ambientales y demográficas de las mismas. De esta manera, se puede medir la contaminación en las calles, la contaminación industrial y la exposición de la población, entre otros parámetros ambientales. Según detallaron los ambientalistas, el sistema de medición de calidad del aire que tiene el Gobierno porteño resulta insuficiente, ya que cuenta con tres estaciones, y en otras ciudades de Latinoamérica con menos población cuentan con diez o más. Por otro lado, las mediciones locales realizadas, no incluyen los contaminantes que representan un alto riesgo para la salud.
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